Si revisamos los últimos estudios sobre hábitos deportivos en España en 2015 podemos observar claramente que existe una tendencia creciente a hacer ejercicio físico, concretamente el 53,5% de la población (59,8% chicos, 47,5% chicas). Eso sí, se intenta evitar el compromiso, como se observa en que tan solo el 9,8% dispone de una licencia deportiva en vigor en el último año o que el 17,6% son socios de gimnasios.
Estar en forma (29,9%) es la motivación más importante de práctica, seguidas de la diversión (23%) y la salud (14,8%). Y si además, la actividad que practicamos tiene nombre anglosajón, mucho mejor. Crossfit, Tactfit, Bodypump, o TRX; son algunas de las actividades que se imponen principalmente en el sector del fitness. Aunque probablemente el mejor ejemplo de esta tendencia es el running. Lo que tradicionalmente era salir a correr, ha cobrado una dimensión extraordinaria hasta el punto de comprobar cómo dicha actividad se amplifica y diversifica. Así, quien se inicia como corredor amateur, no dudará ponerse a prueba más adelante con la participación de medias maratones, maratones, carreras por montaña; hasta llegar a los ultratrails o pruebas de iron man.
Parece no haber límites. Se buscan nuevas experiencias donde podamos descubrir nuestros límites y una vez descubiertos, subirlos al siguiente nivel.
Fit people: el Dr. Blázquez expone su punto de vista sobre un tipo en concreto de practicantes de deporte
El practicante actual es más exigente, se piensa mucho su decisión de compra y está especialmente sensible al aspecto emocional. Deseamos tener experiencias únicas que nos hagan sentir importantes. De ahí que podamos observar dorsales personalizados o indumentaria deportiva que nos recuerde que los protagonistas somos nosotros mismos.
Y en esta carrera por seguir descubriendo nuestro “super yo”, nos acompaña todo un arsenal de productos comerciales cada vez más específicos y que dejan muy atrás la simple experiencia de correr sin más. Zapatillas especializadas, camisetas técnicas, pulsómetros, apps etc., invaden el mercado.
Si lo pensamos bien, nada es más humano que el movimiento. Se trata de la viva expresión donde se canalizan emociones y pensamientos. De ahí que los selfies y las videograbaciones con cámaras “go pro”, se multipliquen. Todo por intentar revivir y compartir esas sensaciones únicas de la práctica deportiva.
Son las fit people, aquellas personas que se sienten orgullosas de practicar salud y que desean comunicarlo.
Al igual que en una relación sentimental, nuestro acercamiento con la práctica deportiva suele poner el foco en primer lugar en la parte física (cantidad de esfuerzo, tiempo necesario, coste económico, etc.). Posteriormente el interés se sitúa en aquello a lo que nos dedicamos. Es aquí donde comienza a cobrar importancia, el tipo de recorrido, la indumentaria de otros participantes, etc. Y solo cuando la relación con la práctica deportiva logra otras cotas de intimidad es donde prestamos atención al cómo comunicamos las cosas y finalmente a qué sentimos con aquello que comunicamos.
Si observamos, se trata de una viva expresión de la autoestima. En palabras de Philip Kotler, experto en marketing; la evolución de nuestro comportamiento se basa en saber enfocar, posicionarte en el entorno y diferenciarte. Así, no es extraño encontrar en los perfiles de redes sociales, fotos y biografías donde se muestra la pasión por la práctica deportiva. Se hace frecuente hacer la compra vestidos con la indumentaria deportiva o publicar la última marca que hemos realizado. Y es que comunicar que practicamos ejercicio físico nos otorga un halo saludable que nos sitúa por delante de quienes no lo practican.
Esta realidad dista mucho de otra más preocupante caracterizada por tasas de sobrepeso y obesidad que van en aumento y especialmente en la etapa infantil. De ahí que no sea extraño que la tendencia de la “fit people”, tenga su rival. Seguro que habremos escuchado hablar de los “fofisanos”, aquellas personas que lucen un cuerpo algo más descuidado físicamente con algunos kilos de más, pero del que también se quieren sentir orgullosos.
Para un profesional de la actividad física, a veces es difícil entender que un producto para la práctica deportiva anunciado en los medios de comunicación que promete resultados a corto plazo pueda tener éxito, cuando los principios del entrenamiento nos indican que para lograr dichos resultados es preciso que exista una regularidad en la práctica, control del esfuerzo, descanso y además una alimentación equilibrada.
A veces, se da por hecho que un practicante de una clase de cicloindoor venga únicamente a sudar y que por tanto, la coreografía y las cargas son lo más importante. Es momento de entender que un producto o una actividad deportiva, son escenarios para descubrirnos a nosotros mismos y poder superar nuestras limitaciones. Y que además, la realizamos siempre bajo el paradigma: bueno, bonito y barato. De ahí, que en los primeros inicios, busquemos aquella actividad que nos ocupe poco tiempo y esfuerzo; pero que nos permita lograr grandes beneficios. Tiempo habrá de que descubramos el placer de practicarla y entender de qué se trata uno de los mejores escenarios para poner guapa a nuestra “autoestima” con todo tipo de complementos.
La carrera por pertenecer a la fit people ha comenzado. ¿Te apuntas?