La final de la Champions League, que se celebrará mañana sábado en Lisboa, es uno de los acontecimientos deportivos más importantes del año. Es uno de los encuentros que más impacto económico generará este curso. De acuerdo a las estimaciones de Instituto Portugués de Administración de Márketing (IPAM), generará hasta 400 millones de euros. El doble que el del GP de F1 de España, para ponerlo en contexto.
La ciudad de Lisboa se está convirtiendo en un hervidero de gente. Y la búsqueda de una habitación de hotel se ha convertido en una quimera, con un coste muy elevado. El precio de una habitación por noche se eleva a los 800 euros de media estos días, a lo que habría que sumar un gasto previsto de al menos 50 euros en restauración por jornada, más otros 50 euros en gastos propios de actividades turísticas y otros 5 por el transporte.
Pero la capital de Portugal no será la única beneficiada, sino que muchas otras localidades que están en el trayecto entre Madrid y la ciudad que acogerá la final se aprovecharán de los más de 70.000 aficionados que está previsto que se desplacen para asistir al partido.
Para la concreción del impacto económico del encuentro, cifrado en 409 millones de euros, el IPAM ha tenido en cuenta que no se trata sólo de una jornada, sino qu hay que tener en cuenta hasta seis momentos: preparación, concentración, partido, post-partido, regreso y el día después. Lógicamente es la jornada de partido la que congrega el mayor peso, generando el 50% de la cuantía total, incluyendo derechos de retransmisión, ingresos por taquilla o apuestas on-line.
España será una de las grandes beneficiadas. Se considera que el 38%, 154 millones de euros, se quedarán en territorio español fruto de consumos extraordinarios o ingresos publicitarios. Por ejemplo, se ha estimado que un aficionado español que vea el partido en casa gastará de media 7,5 euros, mientras que si sale fuera el gasto será de 12 euros.